viernes, 12 de junio de 2020

Cetrerías o Cordero de Dios de Lucía Folino



Tapa del libro Cetrerías o Cordero de Dios 


Second fiddle

Second fiddle

Tus corazones me llegaron al beso
hurtado de la humana visión y providencia.
O tal vez, fuera a la inversa:
El beso esperando notas musicales
del casto corazón
acuciado por el puño ceniciento,
inmóvil contra las cuerdas.
Son tantos los corazones,
son tan pocos los besos.
Los años de vos sin mí,
los sueños de mí sin vos,
evidencias al canto del portento,
apremiadas
como
un segundo violín,
que está a la sombra
del árbol del que nacen arrebatos
luminares,
memorables por su fiel pentagrama.
Pierdo el tiempo,
el espacio,
la figura,
el juicio.
Y el beso agazapado,
quebrado en convocatoria de acreedores,
inmune a los prejuicios,
desdoblado y partido en cien mitades,
echa sidra en las fiestas navideñas,
good bye, my love, good bye,

desde que se despidió en un aeropuerto
de pasajeros juramentados
sobre una partitura de nostalgia inocente
en archivos de cartón y pedregullo.


La tos del invierno


La tos del invierno

No hemos tenido casa para amarnos
ni camas con muñecas
ni guiños contumaces
ni teléfonos propios de manos libres faltos.
No guardamos el hielo en blancas cubiteras
ni puñales filosos de playas conquistadas.
Nunca hubo un loro en los balcones
ni préstamos tendientes a excomunión de
murgas.

Jamás hemos gozado
blondos lechos nupciales
ni canciones remotas de progenie.
No hay belleza convulsa
en bocas insensatas condenadas a un santo.

Navegante del aire:
con rostro abandonado en el mármol del ágora
de regiones distantes:
Devuélveme la fe por la palabra Amor,
ausente con aviso en las trenzadas vías
de las enciclopedias del pecado.
Enséñame a escribirla,
vocal con consonante, dos veces repitentes.

Mi papel está en blanco proclive al esperpento,
igual que un folio de noticias,
escrito en otro idioma de incomprensibles signos.

Por la tos del invierno:
cultivame la duda y la esperanza.




No soy yo, sos vos


No soy yo, sos vos

Yo yo yo yo/          
tú tú tú tú/
tú tú yo
Tuya
yo tú tú
tutú/ yoyó,
tú/ vos/
yo tú,

tú tu voz,
vos con voz,
vos con yo,
vos voz vos/
yo, tú, vos,
vos/ yo/ tú tú tú,

tú/ vos/ yo tuyo,
tu tuya yo/ yo,
yo, tú y yo/

vos y yo,
tu voz, yo tú/

vos, vos,
tú tú tú,
yo yo yo,
yo vos/
vos y voz
yo con con/
con
con vos/
vos con tú
yo con vos.                           


Hokus pokus


Hokus pokus

SIN REPETIR Y SIN SOPLAR


Sin repetir y sin soplar, un viaje,
el mar, la luna, las mitologías,
el alma, hokus pokus, la guadaña,
el cielo azul, las nubes, los cabellos,

la madre, los amores, el paisaje,
el ciego, la luz mala, la ironía,
el milagro de Dios, Maricastaña,
el aire y sus destellos, los espárragos,

los trigales, el marco, los cajones,
las novias, el placer de la indulgencia,
la siesta, el porvenir, los desterrados,
los salvajes, el miedo de perderte.

Dos puntos, guerra y paz, las ambiciones,
el deber, el café, la reverencia,
el tiempo, lo imprevisto, los soldados,
las mujeres, la historia de la Muerte,

la Rosa, el mazapán y los tinteros,
la rueca, el pintoresco contrahecho,
no seas cruel, lo incorrecto, las actrices,
el provecho, la gloria, los rincones,

las sumas, el después, los ceniceros,
la memoria, el camino del deshecho,
los nombres del pecado, cicatrices,
los lugares comunes, las pasiones,

el impulso de vida, el contrafuerte,
las penas o el dolor, los conectores,

los, sin embargo, nunca, oiga, o sea,
es decir, los decires, las derrotas,

la lucha, el escozor, en vez, la suerte.
posibles, imposibles, detractores,
las manos, lo moderno, la Odisea,
los juegos de billar, las palabrotas,

La noche con su ánfora de idiomas,
las piedras que han escrito en el pasado,
la sutura, la gracia, los hoteles,
el cuervo, y digo Poe, los melancólicos.

Silencio, los devotos de las bromas,
entre sombras, almendros, el helado,
con peinetas, la miel, los redondeles,
los sitios, donde, el odio, los alcohólicos.

Las aguas del Jordán, los ríos turbios,
el pasto de las horas, la impaciencia,
los rubios cigarrillos, los hilvanes,
la miel, la comezón, los pleitos viejos,

el cuento que transcurre en los suburbios,
los celos del famélico, la ciencia,
los sofistas, los peces y los panes,
la histeria, las esquinas de aparejos,

luciérnaga, sol, nueces, el gimnoto,
la Biblia, el Otro, puentes, servilletas,
la carne, lo venial, los arrayanes,
la hidalguía, el decoro, los espejos,

la comuna, perdón, la sal eufórica,
el destino, la tierra prometida,
la sed, la red,  la vid, el cid y la Retórica,
la pared, de adalid, la desmentida,

el trabajo, platónicas preguntas,
la idea, el trapecista, los arpones,
la leyenda del seibo, el entreacto,
la mirada perdida, el equilibrio.

Mi última carta,  señor juez, las marabuntas,
la taumaturgia, el pecho, los crespones,
la maldita costilla, cierro el pacto,
la razón, sin razón, el gris ludibrio.

Los besos, la salud, la simetría,
el canto de los gallos, los copones,
la metamorfosis, el  sur y la crisálida,
la oruga, los absurdos, la desgracia.

Prolegómenos, marchas, la alegría,
lengua de mariposas, el auxilio,
con manteca, los versos, cara pálida,
el fuego, la tortura, la alta magia,

La lluvia, la agonía, el equipaje,
el terco resplandor, el fraude, el sí,
los contrarios, la opción, lo baladí,
sin repetir y sin soplar, un viaje.











El aire que deploro

El aire que deploro

La calle estaba oscura.
Los alimentos comenzaron a heder
en estado de putrefacción.
Las cucarachas escapaban de las alcantarillas.
y las cloacas desbordaban pus y miedo.

Llegaron los policías, dijeron
Boom boom
y recogieron las evidencias.
Los ruidos se desplegaron
en el aire que deploro;

el fermento de grilletes y de esposas
adiestraba con su modo hierático y ronco
el canto ancestral de sumisión y venganza.

El desalojo era total
en la marchita madrugada periférica.
La redada había sido un éxito.
Los sargentos fueron ascendidos.
La paz restablecida.
Las jeringas esterilizadas.
No quedaba un solo vestigio de banquete
sobre la faz de la tierra.

El destino de la escoria fue una incógnita.

El poder omnímodo anunciaba el descubrimiento
de una nueva droga
para controlar el apetito.





¿Qué nos importa?


¿Qué nos importa?


¿Qué nos importa Trump?
¿Qué nos importa Dylan?
¿Qué nos importan las aventuras de los monarcas
o la crueldad de los dictadores?
                        
¿Qué nos importan los resultados del
referéndum,
las correrías de los deportistas,
las veleidades de los actores,
el resultado de la lotería?         

¿Qué nos importa nada ni nadie a los honrados?
Acaso                     
si pedimos un poco de pan,
un cuarto de vino,
salud para sembrar la tierra ajena
y alimentar a nuestros polluelos
para que lleguen a ser libres, algún día.

Nuestra ropa está empapada de sudor,
la esperanza chinga por el orillo.
Renunciamos a las patrias
y nos llamaron cobardes.

No entiendo esa manía de que
la vida se escabulla
en un teléfono,
se filtre por imágenes de televisión,
o siga soñando con redes
 que nos atascan a su instante
porque somos presa fácil y abundante
para morder el anzuelo
del show que debe continuar.

Las palabras como las cámaras
nunca se apagan.

Te hablaría de los brotes de los árboles del estío,
de la gaviota herida en la playa,
de un tierno amanecer en Buenos Aires.
Te hablaría del dogma ingenuo
y del fulgor amoroso del relámpago.
Te daría mis mejores augurios y bendiciones...
ay, si pudiera.

Pero los veo pelear por nimiedades

que las bestias desconocen,
ensañarse por poca cosa:
los matices del destello de una piedra pequeñita,
el timbre de una voz.
Los oigo ir felices a la muerte con sus linajes,
sus jeringas,
sus armas de fuego y su soberbia.
Los descubro renegando de su naturaleza y
no entiendo que no entiendan el pudor
ante el inútil sacrificio que cometen.

Cayó el velo de la hipocresía
y perdieron la fe
por culpa de cuatro cerebritos malintencionados.

No sé si es eso o que no entiendo
que a nosotros
nos está vedado comprender
y renuncio a seguir fingiendo.

¿Cuánto daría por rehacer este mundo a mi
medida?

Y no sé por qué no puedo:
¿Porque no tengo ganas?,
¿porque no tengo tiempo?
o porque soy pobre
y a los pobres solo nos visitan las sombras del
conocimiento
y en el cementerio de las calles
siempre nos toca elegir la fruta descartada.

Hilos sueltos


Hilos sueltos

La parturienta dio a luz un bebé:
La inocencia de los pobres.

Otro que se caerá del catre.
El diario le dibuja en la cara
el vértigo que es la Historia.

Traición: Nombre del zoon politikon.
Son muchos los que comen sin hambre.

No te tires desde la cima de la montaña
para encontrar un milagroso paracaídas.
Óleos del surrealismo te desesperan.

Habrá que desmelenarse.
Desembozarse.
Encabritarse
Embravecerse.

Un diálogo en la esperanza:
Esa virtud de malvivientes.                         

Donde quiera que haya un artista,
verdugos en el destierro de Los Miserables.

Mutaciones propias de la vida.
Vidas imaginarias de Schowb.
Vidas paralelas de Plutarco.
Vidas de Novelas ejemplares
Apariencia de vidas
y Cervantes.
¿Y si, después de tanto por cuanto,
también la vida fuera una novela?

La duda
camina por la cruzada
de niños desdichados
que hurgarán en la basura
y no saciarán su sed de arquetipos
en la ciudad que ruge
sus nombres de pila
en la filología del viento.

¿Qué final le ponemos?



¿Qué final le ponemos?

¿Me hundiré fantasma, en otro mundo,
como aquel oculto entre gemidos invisibles
de una alcoba donde bufan
los caballos con crines de iracundia?

¿Te seguiré cardumen, en las corrientes
con ese trompeteo  militar
que no sabemos cómo alista peces
en cada puesto de batalla?

El empate no existe.
Es solo una ilusión del escapismo.


Latinoamérica


Latinoamérica:

Tú que sufres la tiranía del caos,
que has sido testigo por derecho propio
de los abusos, de la ignominia,
de la violencia y la furia de malvados
y profanos,
ruega conmigo,
para que la cría de víboras que mintió
repte por el fuego
y Dios nos salve
de tanta letra escrita en diarios de la mafia
por la oligarquía preñada
de pestes y calderones,
que se alimentan con vil basura de albañal.                                 
Todo es mentira porque todo es verdad,
el arte existe porque hay otros. 


Prólogos visuales

Prólogos visuales

Epígrafes de autor anónimo.
Comodines.
Parsimonias.
Estereotipos de conducta moral.
Vaciadero.
Hemerotecas.
Digresiones de opacidad.

Los refranes son un puñado de muletillas 
desgastadas.
         

Onomatopeyas

Onomatopeyas

La posterioridad no nos distingue
de la cabeza degollada del criminal astuto.
La diabólica serpiente desaparecerá
junto al cuadro de rostro angelical
que has elogiado en los museos.

Desaparecerán los idiomas concebidos,
los cuentos de sirenas,
la caprichosa redención de los benditos
como latosa cantinela
de la solemnidad.                                                

Queda la magia de pensar                          
que seremos inmortales
en las onomatopeyas prescriptivas del cosmos.



desdoblando la lengua


desdoblando la lengua


Vamos a remolcar ese remolque.
Vamos a desdoblar sus dobladillos.
Vamos a reembarcar nuestras barcazas.
Vamos a cimentar viejos cimientos.

Vamos a acariciar con la caricia.
Vamos a modelar sendos modelos.
Vamos a empavesar nuestras pavesas.
Vamos a romper fuego en los fogones.

Con un dialecto escrito en las tinieblas         
vamos a recurrir todo recurso,
con nuestra ingenuidad superlativa
vamos a releer  en las leyendas.



El puro amor vence la duda.
La duda indubitada lo confronta.

Nam myoho renge kyo


Nam myoho renge kyo

1.-
Plegarias inspiradas
en  lenguas aprendidas.
Tú dices la oración
yo te contemplo.                                            
Cuando el hielo se funda
y  las aguas destruyan nuestra casa,
la pompa conjugada
será la pertinaz semilla
que nos aferre al cielo.

2.-
Basta una ojeada para entender el mundo,
sus derrumbes y su renacimiento.
Apenas un vistazo superficial
para embelesarnos
con sus tardanzas y su prisa.
No más de una mirada
que procure docilidad;
una pacífica advertencia
envidiada
por los desafortunados,
desoída por los pacatos,
admirada por los dioses.

3.-
Estoy vacía de hostilidades
con una eternidad soñada en la conciencia,
lejos del laberinto
y su monstruoso minotauro.
Oigo la música de los cinco mares,
descreo de las patrias,
vivo en el reino del desorden
porque amo el litigio del caos
con la fuerza de una pronta salvación.
Rehúso aceptar
la excentricidad de la muerte,
lo excepcional de su ocurrencia
una sola vez en la vida.
Soy argentina.
Mi historia es la del mundo.

4.-
Desgarramiento del cuerpo,
memoria de la sangre
que engulle la arrogancia.
Desierta oscuridad domesticada.
Abierta angustia que dibuja manos.
Labios templados por la cocaína.
Desentierra la fe de catedrales
un tropel de dicterios y alabanzas.
Un puñado de audaces pisa el freno.
Voy por tu sexo brusco
masticando las letras paralelas
absortas en el juego del espejo,
envuelta con palabras entre tules,
perdiendo la insolencia.

Presumen las auroras
del ritmo acostumbrado
al roce de los hielos.
En cambio, yo presumo
La boreal  incerteza
del miedo de perderte.

5.-
En la babel  turbulenta
hay una jerga incomprensible.
Los caprichos egoístas            
traquetean azarosos.
La lengua es un cartílago
y al igual que los músculos
debemos entrenarla.
Me acusan de herejía los políglotas.
Pero soy mortal, y eso ayuda.

6

Se intercalan murmullos entre dos comentarios.
Nadie escucha lo que el otro dice.
Nadie quiere escuchar lo que el otro dice.

Ninguno está dispuesto
a limpiar sus herramientas marciales,
manchadas  por  la pólvora que ha contribuido
a justificar sus existencias.
El odio es tan finito como
las cámaras secretas de Sumeria.
Los pueblos diezmados
habitan en la sospecha
de las nobles intenciones
y en fatuos simulacros 
de espíritus rastreros. 


Cordero de Dios


Cordero de Dios

Dios:
Que no te puedo ver y me persigues;
que no sé dónde estás, pero te encuentro;
que migras desde afuera al epicentro;
que faltas con aviso a quien tú sigues.

Dios:
Que espero solo amarte. No me obligues
a odiar la fuerza que se arraiga dentro.
Permíteme exhibir desde mi centro
milicias poderosas que coaligues.

Dios:
Que brindas tu consuelo al no creyente,
absuelves pecador y mercenario.
Tu sabia decisión es nuestra fuente.
Tu suplicio, los nudos del rosario.

Dios:
Porque apareces y huyes de la gente,
perdona a los herejes del calvario.


Meditación


Meditación
                                                                           
Hora de borrar las palabras escritas;
de preterir el lenguaje oral;
de volverse sordo a los ruidos guturales;
de perder la conciencia y renacer,
para ganar conciencia.

Dentro de nuestros corazones
y con nuestra mente clara hallaremos
la gran sabiduría:

A través de los siglos
hemos confundido el símbolo con la cosa.






Modernos Midas


Modernos Midas


El extraño caso del Rey Midas,
que todo lo que tocaba
convertía en oro,
no sirvió en absoluto
de enseñanza a banqueros y usureros
que cuando quieran beber
agua fresca del grifo
solo encontrarán lingotes
en su caños dorados.
Su liquidez financiera
ya no será líquida
ni siquiera gaseosa.
Tendrá la solidez de la estatua.



El camino del Dao


El camino del Dao


                                           El Dao es el camino

El camino es el punto de partida
en tu viaje hacia la muerte.
Si tu corazón anhela
conquistar a Dios,
recórrelo con optimismo,
arrojando semillas a ambos márgenes,
para que gocen tus bisnietos  
del paisaje arbolado
que ahora te acompaña.



Felicidad


Felicidad

Cuando estés triste,
canta.
Cuando te sientas agobiado,
escribe.
Cuando tengas miedo,
reza.
Cuanto estés contento,
llora.

Cuando estés aburrido
dale de comer al hambriento.

Solo en la creatividad ociosa
del pensamiento
hallarás  paz y felicidad.


El agua que bebas


El agua que bebas

Que el agua que bebas
no sea la fuente de donde brota
sino el agua que bebas.


Aromas

Aromas



Olisquea el aroma del café
frente al mercado de pulgas.
Camina junto a mi maestro
comparte su vino,
desecha el deseo
y deja de pensar en el café.

Tinieblas


Tinieblas
                               
La realidad

                              se desvanece   en las tinieblas.


Somos peces

                                                                     queriendo desovar

                                                                   

 en el agua turbia.



Hay una continuidad de clarinada

                                                                         en los espejos

de
des
truc
ción

m
a
s
i
v
a






Genealogía inversa


Genealogía inversa

Hokusai:

El horizonte no nos ve.
La embriaguez de lo pintado,
herida de muerte.


Respiración


Respiración

Tu boca,
-esa verdad
de lluvia persistente-
atravesando
una cáscara de naranja
en los recovecos
de la respiración conyugal.



Cetrerías o Cordero de Dios de Lucía Folino

Tapa del libro Cetrerías o Cordero de Dios