El crochet del destino
Hubo alguien,
el día anterior a después,
que se quedó con una imperiosa mujer ajena,
-aunque nunca fui tuya-,
y que le quitó las mochilas al viento
para regalártelo entre bandadas
de negros gorriones,
dejándote solo en la pista de baile,
en el inesperado enjambre
de los hilos que tejen y destejen
el crochet invisible del destino.