Cordero de Dios
Dios:
Que no te puedo ver y me persigues;
que no sé dónde estás, pero te encuentro;
que migras desde afuera al epicentro;
que faltas con aviso a quien tú sigues.
Dios:
Que espero solo amarte. No me obligues
a odiar la fuerza que se arraiga dentro.
Permíteme exhibir desde mi centro
milicias poderosas que coaligues.
Dios:
Que brindas tu consuelo al no creyente,
absuelves pecador y mercenario.
Tu sabia decisión es nuestra fuente.
Tu suplicio, los nudos del rosario.
Dios:
Porque apareces y huyes de la gente,
perdona a los herejes del calvario.