viernes, 12 de junio de 2020

Hilos sueltos


Hilos sueltos

La parturienta dio a luz un bebé:
La inocencia de los pobres.

Otro que se caerá del catre.
El diario le dibuja en la cara
el vértigo que es la Historia.

Traición: Nombre del zoon politikon.
Son muchos los que comen sin hambre.

No te tires desde la cima de la montaña
para encontrar un milagroso paracaídas.
Óleos del surrealismo te desesperan.

Habrá que desmelenarse.
Desembozarse.
Encabritarse
Embravecerse.

Un diálogo en la esperanza:
Esa virtud de malvivientes.                         

Donde quiera que haya un artista,
verdugos en el destierro de Los Miserables.

Mutaciones propias de la vida.
Vidas imaginarias de Schowb.
Vidas paralelas de Plutarco.
Vidas de Novelas ejemplares
Apariencia de vidas
y Cervantes.
¿Y si, después de tanto por cuanto,
también la vida fuera una novela?

La duda
camina por la cruzada
de niños desdichados
que hurgarán en la basura
y no saciarán su sed de arquetipos
en la ciudad que ruge
sus nombres de pila
en la filología del viento.

¿Qué final le ponemos?



¿Qué final le ponemos?

¿Me hundiré fantasma, en otro mundo,
como aquel oculto entre gemidos invisibles
de una alcoba donde bufan
los caballos con crines de iracundia?

¿Te seguiré cardumen, en las corrientes
con ese trompeteo  militar
que no sabemos cómo alista peces
en cada puesto de batalla?

El empate no existe.
Es solo una ilusión del escapismo.


Latinoamérica


Latinoamérica:

Tú que sufres la tiranía del caos,
que has sido testigo por derecho propio
de los abusos, de la ignominia,
de la violencia y la furia de malvados
y profanos,
ruega conmigo,
para que la cría de víboras que mintió
repte por el fuego
y Dios nos salve
de tanta letra escrita en diarios de la mafia
por la oligarquía preñada
de pestes y calderones,
que se alimentan con vil basura de albañal.                                 
Todo es mentira porque todo es verdad,
el arte existe porque hay otros. 


Prólogos visuales

Prólogos visuales

Epígrafes de autor anónimo.
Comodines.
Parsimonias.
Estereotipos de conducta moral.
Vaciadero.
Hemerotecas.
Digresiones de opacidad.

Los refranes son un puñado de muletillas 
desgastadas.
         

Onomatopeyas

Onomatopeyas

La posterioridad no nos distingue
de la cabeza degollada del criminal astuto.
La diabólica serpiente desaparecerá
junto al cuadro de rostro angelical
que has elogiado en los museos.

Desaparecerán los idiomas concebidos,
los cuentos de sirenas,
la caprichosa redención de los benditos
como latosa cantinela
de la solemnidad.                                                

Queda la magia de pensar                          
que seremos inmortales
en las onomatopeyas prescriptivas del cosmos.



desdoblando la lengua


desdoblando la lengua


Vamos a remolcar ese remolque.
Vamos a desdoblar sus dobladillos.
Vamos a reembarcar nuestras barcazas.
Vamos a cimentar viejos cimientos.

Vamos a acariciar con la caricia.
Vamos a modelar sendos modelos.
Vamos a empavesar nuestras pavesas.
Vamos a romper fuego en los fogones.

Con un dialecto escrito en las tinieblas         
vamos a recurrir todo recurso,
con nuestra ingenuidad superlativa
vamos a releer  en las leyendas.



El puro amor vence la duda.
La duda indubitada lo confronta.

Nam myoho renge kyo


Nam myoho renge kyo

1.-
Plegarias inspiradas
en  lenguas aprendidas.
Tú dices la oración
yo te contemplo.                                            
Cuando el hielo se funda
y  las aguas destruyan nuestra casa,
la pompa conjugada
será la pertinaz semilla
que nos aferre al cielo.

2.-
Basta una ojeada para entender el mundo,
sus derrumbes y su renacimiento.
Apenas un vistazo superficial
para embelesarnos
con sus tardanzas y su prisa.
No más de una mirada
que procure docilidad;
una pacífica advertencia
envidiada
por los desafortunados,
desoída por los pacatos,
admirada por los dioses.

3.-
Estoy vacía de hostilidades
con una eternidad soñada en la conciencia,
lejos del laberinto
y su monstruoso minotauro.
Oigo la música de los cinco mares,
descreo de las patrias,
vivo en el reino del desorden
porque amo el litigio del caos
con la fuerza de una pronta salvación.
Rehúso aceptar
la excentricidad de la muerte,
lo excepcional de su ocurrencia
una sola vez en la vida.
Soy argentina.
Mi historia es la del mundo.

4.-
Desgarramiento del cuerpo,
memoria de la sangre
que engulle la arrogancia.
Desierta oscuridad domesticada.
Abierta angustia que dibuja manos.
Labios templados por la cocaína.
Desentierra la fe de catedrales
un tropel de dicterios y alabanzas.
Un puñado de audaces pisa el freno.
Voy por tu sexo brusco
masticando las letras paralelas
absortas en el juego del espejo,
envuelta con palabras entre tules,
perdiendo la insolencia.

Presumen las auroras
del ritmo acostumbrado
al roce de los hielos.
En cambio, yo presumo
La boreal  incerteza
del miedo de perderte.

5.-
En la babel  turbulenta
hay una jerga incomprensible.
Los caprichos egoístas            
traquetean azarosos.
La lengua es un cartílago
y al igual que los músculos
debemos entrenarla.
Me acusan de herejía los políglotas.
Pero soy mortal, y eso ayuda.

6

Se intercalan murmullos entre dos comentarios.
Nadie escucha lo que el otro dice.
Nadie quiere escuchar lo que el otro dice.

Ninguno está dispuesto
a limpiar sus herramientas marciales,
manchadas  por  la pólvora que ha contribuido
a justificar sus existencias.
El odio es tan finito como
las cámaras secretas de Sumeria.
Los pueblos diezmados
habitan en la sospecha
de las nobles intenciones
y en fatuos simulacros 
de espíritus rastreros. 


Cetrerías o Cordero de Dios de Lucía Folino

Tapa del libro Cetrerías o Cordero de Dios